Depilación eléctrica

 

La depilación eléctrica es el único método definitivo para la supresión total del pelo no deseado. Está indicada para todo tipo de piel y color de pelo: negro, castaño oscuro o claro, pelirrojo, rubio, canoso…, así como la pelusilla, sea cual sea la parte del cuerpo donde se encuentre.

Es cien por cien eficaz. Destruye las células germinativas del folículo piloso, encargadas de regenerar el pelo. Éste, ya no vuelve a salir, porque no actúa sobre la melanina, como sucede con el láser.

Puede realizarse con anestesia local o sin ella. En el primer caso se aplicaría en el mismo centro médico. Consiste en la introducción de una aguja muy fina hasta la raíz, con una breve descarga eléctrica de baja intensidad. Todo el material utilizado es de un sólo uso.

Hay que acudir al centro sin haber sido depilada la parte a tratar con el fin de que los resultados sean los deseados. Es conveniente seguir la programación indicada por la profesional.

Cualquier tratamiento de I.P.L. o de láser deja un pelo residual por la disminución de la melanina. La depilación eléctrica lo suprime definitivamente.